Resiliencia frente al cambio climático
Proponemos un plan de acción rápida para la descarbonización, con el fin de superponer la sostenibilidad sobre cualquier actividad económica y de consumo en la isla.
Creemos que Lanzarote debe ser un ejemplo de resiliencia en entornos insulares, mitigando proactivamente los efectos del cambio climático, dedicando inversiones y estableciendo medidas preventivas ante fenómenos climáticos adversos, para así preservar su biodiversidad, economía y calidad de vida.
Medidas sugeridas para mitigar el efecto del cambio climático en Lanzarote:
Descarbonización
Transición energética
Promover la implantación de más energías renovables.
Incentivos para la adopción de vehículos eléctricos y transporte público sostenible.
Subvenciones para la instalación de paneles solares.
Promoción de edificios bioclimáticos mediante incentivos fiscales y regulaciones.
Reducción de emisiones
Descarbonización de la central térmica de Punta Grande en Lanzarote. Iniciar negociaciones o acciones legales contra Endesa por incumplimiento ambiental en la central eléctrica.
Requerir el uso de vehículos eléctricos en el transporte público (autobuses y taxis).
Restricción del uso de combustibles fósiles en el transporte marítimo y aéreo.
Apoyo a las empresas locales en la adopción de prácticas sostenibles.
Eliminación gradual de la quema de combustibles fósiles.
Biodiversidad, paisajes y ciudades verdes
Regulación estricta del uso del suelo en áreas protegidas.
Promoción del turismo sostenible basado en el valor natural y cultural de la isla.
Promoción de huertos comunitarios y jardines urbanos: sus beneficios incluyen la cohesión social y la cultura comunitaria de la sostenibilidad
Compostaje comunitario: un sistema de compostaje donde los vecinos depositan sus desechos orgánicos permite reducir residuos y generar fertilizante natural. Entre sus beneficios están la reducción de residuos orgánicos y de emisiones de metano, así como el cierre del ciclo de nutrientes, convirtiendo desechos en recursos valiosos para la agricultura.
Altas temperaturas
Crear "refugios climáticos" en áreas urbanas y colegios, como parques con sombra y acceso al agua
Implementación de corredores verdes: se propone plantar vegetación nativa resistente al calor y la aridez tanto en zonas urbanas como rurales.
Campañas de información sobre adaptación a olas de calor y uso responsable de agua y electricidad.
Subida del nivel del mar
Protección costera
Restaurar ecosistemas costeros como dunas.
Construcción de barreras naturales y artificiales en zonas vulnerables.
Revisión del planeamiento urbano
Prohibición de nuevas construcciones en zonas de riesgo de inundación.
Desarrollo de planes de reubicación para viviendas, negocios e infraestructuras afectadas.
Turismo sostenible
Reducción del impacto ambiental en playas.
Promoción de actividades turísticas fuera del litoral.
Calimas
Monitoreo y alerta temprana
Expansión de sistemas de predicción meteorológica.
Coordinación con centros educativos y sanitarios para respuestas rápidas.
Protección de la salud
Planificación de medidas sanitarias para prevenir y atender enfermedades respiratorias.
Evitar contaminación que, junto a la calima, potencia los efectos perniciosos de la mala calidad del aire.
Reforestación estratégica para mitigar el impacto de partículas en suspensión.
Gestión del agua y recursos hídricos
Optimización del agua
Modernización de los sistemas de desalinización, suministro y saneamiento.
Recuperación de técnicas tradicionales como las gavias y maretas.
Canalización de escorrentías a sistemas de almacenamiento (balsas)
Reciclaje y reutilización
Uso de aguas tratadas para riego agrícola y parques públicos.
Fomento de cultivos resilientes adaptados a la sequía.
Implementación de sistemas urbanos de drenaje sostenible mediante corredores verdes que capturan, filtran y almacenan el agua de lluvia, como alternativa a las infraestructuras de alcantarillado.
Planificación ante crisis
Elaboración de planes de contingencia ante fenómenos climáticos o vulcanológicos.
Expansión de los sistemas de alerta para emergencias climáticas o vulcanológicas.
Planes de contingencia ante disrupciones en el turismo o interrupciones de transporte
Educación y concienciación
Programas educativos
Integración del cambio climático en los currículos escolares.
Talleres comunitarios sobre prácticas sostenibles.
Acciones y campañas públicas
Sensibilización sobre la reducción de la huella de carbono.
Recomendar el uso de botellas de agua reutilizables (en lugar de botellas de plástico).
Promoción del transporte sostenible, como bicicletas y vehículos eléctricos.
Prohibir el uso de todos los materiales plásticos (vasos, bolsas, pajitas, etc.). Establecer acuerdos en este sentido con las principales cadenas de supermercados.
Monitoreo y evaluación
Refuerzo del Observatorio de Cambio Climático de Lanzarote, para recopilar datos y evaluar el impacto de las medidas.
Implementación de un sistema de medición de la huella de carbono en la isla.
Con estas medidas, Lanzarote puede prepararse mejor para afrontar los efectos del cambio climático, asegurando su sostenibilidad a largo plazo y protegiendo su biodiversidad, economía y calidad de vida.
Hola,
Para el debate les dejo aquí el dato de que Baleares tiene instalada la mitad de renovables que Canarias. Ellos tendrán mejor paisaje.
Canarias tiene instalada una potencia renovable del 20%, en Lanzarote es mucho menor y Baleares del 11%.