Pequeños proyectos piloto para un gran cambio
Lanzarote es un territorio único que ha demostrado históricamente su sensibilidad y conciencia medioambientales.
Hoy, frente a la crisis climática y la dependencia energética externa, la isla tiene la oportunidad de liderar un modelo de autosuficiencia integral, combinando energía renovable, gestión sostenible del agua y tratamiento de residuos.
La isla atesora un potencial enorme en energías renovables, especialmente en solar, geotérmica de baja entalpía y eólica.
Además de grandes infraestructuras, pendientes de planificación más profunda, es crucial impulsar proyectos piloto en pequeñas localidades, donde se pueda demostrar con más facilidad que la autosuficiencia es viable y beneficiosa.
Imaginemos pueblos como Ye, Masdache o Soo con microrredes solares, sistemas de almacenamiento comunitario y gestión inteligente de la demanda.
Estos proyectos no solo reducirían la factura eléctrica de sus vecinos, sino que servirían como laboratorios reales, permitiendo a los ciudadanos ver, diseñar y experimentar los beneficios de la transición energética.
Una solución verdaderamente sostenible debe ser integral. En Lanzarote, donde el agua es un recurso escaso, los proyectos piloto podrían también incluir:
- Sistemas de captación y reutilización de aguas grises para riego y usos secundarios.
- Compostaje comunitario y gestión de residuos orgánicos, cerrando el ciclo de los recursos.
El poder de los ejemplos reales
Los marcos generales son imprescindibles para la transición energética de la isla, pero los pequeños proyectos tangibles podrían inspirar un cambio mayor. Ver proyectos reales en funcionamiento es la mejor manera de que la población pueda comprometerse con la agenda de sostenibilidad.
Desde luego en esta isla con el sol que tiene, que los techos de todas las casas captaran la energía y se almacenara en baterías sería una buena opción. Podría ser una comunidad energética proyectada y gestionada por el Cabildo y que con los excedentes amortizara la inversión.
Además, para reducir el aumento de las temperaturas se ha demostrado que la sombre puede ayudar a mitigar las crecientes olas de calor, pérgolas solares en los estacionamientos y en zonas cultivables podrían añadirse al sistema.
Los molinos no me parecen la mejor solución en un territorio tan limitado y con alto valor zoológico y paisajístico.
También el piloto en Timanfaya de geotermia que ha liderado David Astrain Ulibarrena, puede aportar una nueva fuente menos invasiva, aunque por ahora aún en fase inicial.