Tecnología con Alma: Aplicando la Visión de César Manrique a la Lanzarote del Futuro
Lanzarote es mucho más que un destino turístico: es una obra de arte viva. Una isla donde el paisaje volcánico convive con el mar, la arquitectura con la naturaleza, y donde el legado de César Manrique ha definido una manera única de entender el desarrollo.
Pero hoy, en plena revolución digital, debemos preguntarnos: ¿cómo puede la tecnología no solo respetar esta visión, sino potenciarla?
¿Cómo podemos hacer que Lanzarote sea un referente mundial en innovación sostenible?
Tecnología como herramienta de armonía
César Manrique defendía un desarrollo profundamente vinculado a la identidad de la isla, integrado con su paisaje y respetuoso con su entorno. En esta nueva etapa, la tecnología puede ser la herramienta clave para continuar esa filosofía: no como una fuerza invasiva, sino como una aliada de la sostenibilidad, la cultura y la justicia social.
Hablamos de tecnologías limpias y éticas, donde la inteligencia artificial, el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data, la realidad aumentada y el blockchain se ponen al servicio del bien común y del equilibrio insular. Desde sensores medioambientales que protegen los ecosistemas frágiles hasta plataformas digitales que promueven el comercio local y la movilidad sostenible, Lanzarote tiene la oportunidad de convertirse en un laboratorio vivo de innovación respetuosa.
Una sugerencia que lanzo:
CIDESLAN: El corazón digital y sostenible de la isla
Una de las iniciativas más transformadoras sería la creación de un Centro de Innovación y Datos para la Sostenibilidad de Lanzarote – CIDESLAN, un proyecto pionero donde se procesen, analicen y utilicen datos para diseñar soluciones aplicadas a los grandes retos de la isla: el turismo, la movilidad, el urbanismo, la energía, la gestión del agua y la inclusión social.
Este centro no sería solo un edificio, sino un ecosistema de colaboración multidisciplinar, en el que confluyan ingenieros, científicos, funcionarios públicos, arquitectos, empresarios y jóvenes talentos locales. Con energías 100% renovables (solar, eólica y mareomotriz), CIDESLAN no solo será eficiente, sino ejemplar. Desde aquí se podrían lanzar proyectos como:
Autobuses turísticos eléctricos y autónomos para espacios naturales protegidos como Timanfaya.
Gemelos digitales (digital twins) para planificar con precisión cada desarrollo urbano sin dañar el entorno.
Plataformas blockchain sostenibles para trazabilidad de productos locales y transacciones seguras de bajo consumo.
Sistemas de IA para el análisis predictivo de flujos turísticos y consumos energéticos.
Estrategias de Smart City (DTI) aplicadas a Arrecife y núcleos urbanos clave.
Educación tecnológica para jóvenes, para que el talento no tenga que emigrar, sino crear desde aquí.
Turismo regenerativo y economía circular
En lugar de seguir modelos de crecimiento turístico que han tensionado los recursos naturales y generado desigualdad, podemos apostar por un turismo regenerativo: de calidad, conectado, consciente y circular. Utilizando plataformas digitales y análisis de datos, es posible diseñar experiencias personalizadas, distribuidas por todo el territorio y enfocadas en el valor, no en la masificación.
Además, con tecnologías adecuadas, podemos medir el impacto real de cada actividad y fomentar prácticas más sostenibles: consumo local, energía limpia, transporte compartido, reciclaje inteligente y participación ciudadana.
Un nuevo Renacimiento isleño
César Manrique unió arte, naturaleza y sociedad en una visión utópica pero alcanzable. Hoy, esa utopía puede avanzar gracias a la tecnología bien aplicada, con ética y visión a largo plazo. La revolución digital no debe alejarnos de nuestra identidad, sino reconectarnos con ella desde nuevas herramientas.
Lanzarote puede ser mucho más que un paraíso turístico: puede ser un faro internacional de innovación humanista, un lugar donde la sostenibilidad no sea un eslogan, sino una práctica diaria sustentada en datos, arte y colaboración.
Este es el momento de crear una nueva generación de proyectos con alma, basados en la belleza, la justicia social y la eficiencia. Si logramos alinear nuestras infraestructuras, inversiones y políticas con esta visión, Lanzarote puede liderar un nuevo modelo de desarrollo para todo el mundo.
¿Y tú? ¿Qué papel crees que debe jugar la tecnología en la Lanzarote del futuro? ¿Estamos preparados para convertirnos en un referente mundial de sostenibilidad inteligente?
Comparte tu opinión. El debate está abierto.
Me parece muy ambicioso.
Creo que no tenemos que ser referente mundial de nada. Con conseguir hacer las cosas bien ya sería espléndido. Recuerda el proyecto CITIES de guaguas autónomas en Timanfaya que nunca llegó a funcionar (https://www.centrosturisticos.com/cities-timanfaya-y-el-futuro-de-la-conduccion-autonoma/).
En la isla hace falta un poco de rigor y para ello hay que empezar poco a poco sin querer abarcar demasiado. Si pudiéramos encauzar la formación tecnológica de los jóvenes sería un primer paso. Si no hay vocación de ingeniería local, el resto no funciona. La educación es la clave.